30 octubre 2011

Mi secreto

Acabo de releer  uno de mis libros favoritos, una historia donde descubrimos cuestiones profundas como el sentido de la vida, la amistad y el amor.  La  historia se  inicia con los recuerdos de un aviador que desde niño ha sentido que no encaja con el mundo serio y pragmático que han creado los adultos. Recuerda sus días de niñez, cuando los mayores no comprendían que su dibujo no era un sombrero sino una boa que se había comido un elefante, gracias a ese recuerdo consigue entender al principito, y este le ayuda  a redescubrirse a si mismo. De está manera se da cuenta de lo importante que es no olvidar ser niño, ya que solo   siendo niño se pueden ver ciertas cosas que lo adultos no aprecian.

Pero no quiero hacer un resumen del libro, creo que todos lo conocéis, sino compartir un fragmento que me ha emocionado:
….

" De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida: 
 -¡Ah! dijo el zorro-, lloraré.
-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
-Ciertamente -dijo el zorro.
-¡Y vas a llorar!, -dijo el principito. 
-¡Seguro!
-No ganas nada.
-Gano -dijo el zorro- he ganado a causa del color del trigo.

Y luego añadió:
-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme  adiós y yo te regalaré un secreto.

El principito se fue a ver las rosas a  las que dijo:
-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros.  Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.


Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea  podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposa) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.

Y volvió con el zorro. 
-Adiós -le dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.
-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella. 
-Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.
-Los hombres han olvidado esta verdad  -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres  responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo.- "


ANTOINE DE SAINT - EXUPÉRY 
        Le Petit Prince



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